Marzo 2012 Su nombre es....

17:17 ONGd Haren Alde Castilla Y León 0 Comments

Padre José Luis Garayoa Alonso

Nació en Falces, Navarra, el 7 de agosto de 1952. El 11 de julio de 1976 toma sus votos en Marcilla. Su alma misionera le lleva a recorrer medio mundo: Chihuahua (México), Ciudad de los Niños (Costa Rica), Valladolid (España), Las Cruces. Madrid y el Paso (USA).

En 1998 se traslada voluntariamente a Sierra Leona, con el fin de poner en marcha la Misión de Kamabai. Debido a los problemas políticos que sufre el país, es secuestrado por la guerrilla, junto con sus compañeros de Misión. Después de varios días de cautiverio, fueron liberados.

P.J.L.G: Fue una de las experiencias más duras de mi vida..”.Rogaba a Dios que nos dieran una muerte rápida”.

En el año 2005 volvió a Kamabai. Se encontró con un país arrasado por la guerra y la hambruna. En estos años ha sufrido por las injusticias y por la intolerancia de los gobiernos. Ha luchado por la supresión de la ablación, llevando la cultura a las aldeas.

Su vida y su alma está “allí” con su gente. La hambruna, la pobreza, la intolerancia, la muerte, todo se ve recompensado con el milagro de la sonrisa, sonrisa que proviene del abandono y de la miseria.

Sus vivencias nos encogen el corazón:

P.J.L.G: “Una de las niñas, va a ser INICIADA y por ello lleva un peinado especial. Ella no lo sabe, pero por la noche se la llevarán al bosque y de madrugada sufrirá la ablación del clítoris. Nos dicen que está contenta porque le han dicho que estrenará un vestido nuevo. La criatura tiene sólo 7 años….”

P.J.L.G: “Me he despertado con la noticia de que Musa Lamin Bangura ha muerto. Había comenzado el segundo año de preescolar ….. No tiene dinero, y sin dinero no hay atención posible, así te mueras en la puerta del hospital…. Quería que conocieseis el nombre de uno de los tantos miles de niños que mueren absurdamente. Se llama Musa”.

P.J.L.G: “Si en Valladolid los chavales cargaron el contenedor con ilusión, ¡¡imaginaros la de los míos descargándolo!!. Es inútil, por más que uno quiera filmar o retratar caras, es imposible plasmar en una foto lo que todos, incluido este cura, sentimos por dentro”.